La dermatitis de contacto es una inflamación de la piel causada por el contacto directo de ésta con una sustancia que causa una reacción alérgica o irritativa. La dermatitis irritativa es el tipo más común de dermatitis de contacto e implica una inflamación secundaria al contacto con ácidos, sustancias alcalinas como jabones y detergentes, disolventes u otros químicos. La reacción se asemeja a una quemadura. Por su parte, la dermatitis de contacto alérgica es la segunda entidad más común dentro de las dermatitis de contacto. En general, la erupción aparece de 24 a 48 horas post-exposición. Las lesiones varían desde una irritación leve y enrojecimiento, asociadas a vesículas, evolucionando con fisuras y engrosamiento cutáneo.
Los alergenos más comunes asociadas con la dermatitis de contacto son: plantas, níquel y otros metales, medicamentos tópicos (como algunos antibióticos), látex, cosméticos y perfumes. El diagnóstico se basa en una historia clínica y examen físico acucioso, asociado a un estudio con test de parches para lograr identificar el alergeno implicado.